lunes, 30 de abril de 2012

EN BUSCA DEL AVIÓN PERDIDO (1981) / EN BUSCA DEL ÁGUILA (1984)

Escrito por ALFONSO & MIGUEL ROMERO


FICHA TÉCNICA
Título Original: Race for the Yankee Zephyr
Año: 1981
País: Australia / Nueva Zelanda / USA
Director: David Hemmings
Reparto: Ken Wahl, Lesley Ann Warren, Donald Pleasence, George Peppard, Bruno Lawrence
Ediciones Españolas en Vídeo: Videonordeste y Playfilms
Punk-tuación: 6/10

SINOPSIS
En uno de los grandes lagos del vasto paisaje de Nueva Zelanda, el cazador Gibbie Gibson descubre por casualidad un avión accidentado de la Segunda Guerra Mundial. Unos cazarrecompensas, enterados de su hallazgo, están convencidos de que puede tratarse del Yankee Zephir, un avión de transporte que desapareció sin dejar rastro con cincuenta millones de dólares en sus bodegas. Ahora, bajo amenazas a Gibbie y a su hija, tratan de conocer el lugar exacto del tesoro. 


FICHA TÉCNICA
Título Original: A breed apart
Año: 1984
País: USA
Director: Philippe Mora
Reparto: Rutger Hauer, Powers Boothe, Kathleen Turner, Donald Pleasence, Brion James
IMDB: Pinchar aquí 
Ediciones Españolas en Vídeo: Central Vídeo distribución (como "En busca del águila - Refugio mortal") y Andrómeda Films (como "Refugio mortal")
Punk-tuación: 6/10

SINOPSIS
La vida ha golpeado muy duro a Jim Malden, que perdió a su esposa y a su hijo no hace mucho tiempo. Desde entonces, en busca de paz, vive solo en una isla paradisiaca donde comparte su espacio con las miles de aves exóticas que se acercan al lugar. Su único contacto humano es con Stella Clayton y su hermano Adam, dueños de la tienda que le suministra las provisiones. Pero la llegada a la isla de Mike Walker, un montañero que asegura estar allí con el pretexto de estudiar a dos águilas, turbará la tranquilidad de Jim... 

LA EXPERIENCIA
En esta nueva grindhouse os proponemos otra doble sesión de cine de aventuras ideal para la tarde del sábado, pero en esta ocasión las dos cintas guardan varios puntos en común: el título español, que ambas empiezan con ese "En busca de..." que en nuestro país se le pusiera a todo film de aventuras tras el éxito del primer Indiana Jones; las dos son de los primeros 80 y comparten además la presencia del veterano Donald Pleasence, carismático actor inglés al que muchos recuerdan por sus trabajos con John Carpenter, especialmente por su papel del Dr. Loomis de "La noche de Halloween" (1978), que repetiría hasta la sexta entrega, poco antes de su muerte. En activo desde 1952, trabajó en todos los géneros: bélico, ci-fi, drama, western, etc... principalmente de villano, probablemente por su gélida y amenazadora mirada.

En España lo vimos junto a Carmen Sevilla en "La loba y la paloma" (1974) de Gonzalo Suárez, y en Italia lo requerirían en muchas ocasiones, poniéndose a las órdenes de Dario Argento en "Phenomena" (1985), de Carlo Vanzina en "Bajo el vestido nada" (1985), de Ruggero Dedodato en "Bestia asesina" (1988), o parodiando su Dr. Loomis en "Fatal frames" (1996), que sería su último trabajo ante las cámaras, estrenado ya al año siguiente de su óbito. También intervino en coproducciones de pura explotación, caso de "El tesoro del Amazonas" (1985) de René Cardona Jr, o películas de culto del prestigio de "Callejón sin salida" (1966) de Polanski, o "Mirando atrás con ira" (1959) del joven airado Tony Richardson, una de las películas bandera del free-cinema inglés.

En "En busca del avión perdido", Pleasence es el protagonista junto al joven Ken Wahl ("The Wanderes. Las pandillas del Bronx", "Distrito Apache, el Bronx"), con un papel cómico y de lo más histriónico. También paródico vemos, como Theo Brown, el malo de la función, a George Peppard, poco antes de que su carrera fuera relanzada gracias a la televisión y a "El Equipo A". Fue una de las primeras películas como director de David Hemmings, actor emblemático del cine europeo de los 60 gracias principalmente a su protagonista en "Blow up. Deseo de una mañana de verano" (1966) de Antonioni, aunque para los seguidores de esta página será más recordado por su intervención en "Rojo oscuro" (1975) de Argento. 

A lo largo de los 80 y 90 Hemmings realizó un buen puñado de películas y episodios de series para la televisión, entre ellos diversos capítulos de "El Equipo A", donde volvería a trabajar con Peppard. Como ha ocurrido en el rodaje de "Los mercenarios 2" (2012), durante la filmación de "En busca del avión perdido" también murieron varios miembros del equipo en la filmación de una escena de riesgo, a ellos está dedicada la película. Si ésta era una coproducción entre Australia, Nueva Zelanda y los Estados Unidos, rodada en los bellos paisajes neozelandeses, "En busca del águila" era un film norteamericano pero dirigido por un australiano, Philippe Mora. 

Tras las buenas críticas en los 70 por el documental sobre la depresión "Brother can you spare me a dime" (1975) y el western de culto "Mad Dog Morgan" (1976), que protagonizara un Dennis Hopper por entonces vetado en los USA, se convirtió con las dos primeras secuelas de "Aullidos" en uno de los directores más psicotrónicos, sólo comparable al hawaiano Albert Pyun. Ahí quedan cintas como "Comunión" (1989) o "Yacimiento lunar" (1996). En medio de todo esto dirigió "En busca del águila", en ella Pleasence es el excéntrico millonario que contrata a un alpinista (Powers Boothe un año antes de protagonizar otro film de corte ecológico, "La Selva Esmeralda", de John Boorman).

Mora trabaja aquí por primera vez con los que serán sus actores fetiche, el holandés Rutger Hauer y, sobre todo, el tempranamente malogrado Brion James, dos de los replicantes del "Blade Runner" (1982) de Ridley Scott que, curiosamente, también fueron rostros habituales en el cine de Pyun. Una joven y guapa Kathleen Turner (quién te ha visto y quién te ve) completa el reparto principal.

Si bien el visionado de ésta puede dejarnos la sensación de qué falta algo, uno no llega a saber bien si el protagonista es Boothe o Hauer, se debe, según se cuenta, a que uno de los cuatro rollos de película se perdió durante el viaje de vuelta al estudio, y hubo que hacer malabarismos durante el montaje para que la cosa tuviera (más o menos) sentido. Y aún así, una película cuya falta de pretensiones la hace tan disfrutable como la anterior.
Coge un buen sitio en el sofá, calienta un cola-cao y dale al play.

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