martes, 15 de noviembre de 2011

NACIDA INOCENTE (1974)

Escrito por ALFONSO & MIGUEL ROMERO


FICHA TÉCNICA
Título Original: Born innocent
Akas: Inocência ultrajada (Brasil)
La ragazza del riformatorio (Italia)
Violaçao de uma adolescente (Portugal)
Año: 1974
País: USA
Director: Donald Wyre
Reparto: Linda Blair (Chris Parker)
Joanna Miles (Barbara Clark)
Kim Hunter (Sra. Parker)
Richard Jaeckel (Sr. Parker)
Janit Baldwin (Denny)
Trailer: PINCHAR AQUÍ
Ediciones Españolas en Vídeo: Vídeo Mundo
Punk-tuación: 6/10


SINOPSIS
Chris es una adolescente de 14 años que se ha escapado de casa. Detenida por la policía, pasa la noche en el calabozo para ser trasladada a un correccional al desentenderse sus padres de su potestad.


DATOS Y CURIOSIDADES
Al año siguiente de interpretar a la niña Regan en “El exorcista” (1973), de William Friedkin, Linda Blair se hacía con otro de sus papeles más recordados, la Chris Parker del telefilm para la Tomorrow Entertainment “Nacida inocente”, ligeramente basado en el libro homónimo escrito por Gerald di Pego y Bernahardt J. Hurwood (1), que en Europa, como otras tantas películas para televisión de la época que gozaron de aceptación popular, se estrenó en cines. En España no llegaría a las salas hasta 1979, una vez caída la maldita censura, y exhibida íntegra, convirtiéndose el personaje de Chris Parker, como ya se dijera en 1982, en la primera heroína de la transición.

De unos años a esta parte, la mayoría de los filmes para TV son thrillers para toda la familia. Pero durante mucho tiempo, los telefilmes oscilaban entre la denuncia y la pura exploitation, con intención (o coartada) moralista/moralizante, pero haciendo gala o agarrándose a los consabidos ganchos de sexo, rollo chungo y violencia, dentro siempre de lo permitido para televisión, más sugerido que explícito. El tema principal de la cinta es la perdida de la inocencia, debido a un sistema que falla. Chris es encerrada en el reformatorio por escapar de casa, de una madre alcohólica y de un padre que le pega, unos padres que no la quieren con ellos. En el correccional, al principio, la muchacha tiene ilusiones, de que su familia funcione y de un futuro mejor. No será así, y dentro de aquellos muros, Chris, la chica asustada e inocente del comienzo, se volverá dura, amargada y desilusionada como el resto de sus compañeras. Ya nada queda de aquella niña que al ingresar se mecía alegre en los columpios, evadiéndose y recordando tiempos más felices.

La escena más famosa de la película, que llegó a decorar algunos carteles de la misma y del libro, es aquella en las duchas donde Chris es agarrada por varias de las internas, mientras otra de ellas, Denny (Janit Baldwin), la viola introduciéndole el palo de una fregona, arrancándole de cuajo su inocencia, y comenzando su oscuro descenso a los infiernos nihilistas. Tras un juicio al que fue sometida la cadena, dicha escena fue recortada del montaje. No obstante se mantuvo en sus estrenos en Europa.

Volvemos a encontrarnos con la lucha entre las asistentas sociales que representan dos puntos de vista distintos del sistema, el progreso y la tradición. La profesora más nueva y liberal, que confía en las chicas y lucha para que salgan adelante, tratando de animarlas y motivarlas; y la trabajadora de régimen interno veterana, muerta de asco, que las da por imposible, prefiere la mano dura y siempre echa en cara que años atrás todo era mucho más severo (camisas de fuerza, más restricciones, etc...). Será una decisión equivocada de esta última lo que ocasione un trágico incidente que acabará con los ánimos de las chicas provocando un motín. Bárbara (Joanna Miles), la profesora progresista, verá con tristeza a una Chris envilecida, manipuladora y mentirosa. Y el final, más que moralizante (con ese sistema que hace más daño del que repara) es deprimente. Sentimiento que se acentúa con la característica banda sonora tristona de los telefilmes de los 70.

Además de la Blair, cabe resaltar del reparto de chicas a Janit Baldwin, en cuya breve filmografía, que comenzara con la excelente “Carne viva” (1972), de Michael Ritchie, se paseó por “El Fantasma del Paraíso (1974), de Brian De Palma, o en “Ruby” (1977), de Curtis Harrington. Como el agresivo padre de Chris, Richard Jaeckel, uno de los más recordados secundarios de las series de televisión, visto también en la pantalla grande en algunos sonoros éxitos, así como en dos títulos de lo más psicotrónico, el paralítico de “Mr. No Legs” (1979), de Ricou Browning, y el protagonista de “Mako, el tiburón de la muerte” (1976), de William Grefe.

La buena acogida de la cinta llevó a la Blair a protagonizar otro telefilme de denuncia/exploitation al año siguiente, como la Sarah Travis de “Sarah T, retrato de una adolescente alcohólica”, dirigido por Richard Donner. Y varios años después, ya toda una mujer, volvería a ingresar en prisión en dos filmes de lo más atractivo, las WIP-movies “Cadenas ardientes” (1983), de Paul Nicholas, y “Calor rojo” (1985), de Robert Collector.

(1) El éxito de la novela, potenciado con la película, engendró una larga serie de libros con la misma protagonista, todos cortados por el mismo patrón.

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